Síndrome de dolor miofascial

El síndrome de dolor miofascial es un conjunto de signos y síntomas producidos por los puntos gatillo miofasciales (PGM) descritos como nódulos hiperirritables fibrosos dentro de una banda tensa musculo-esquelética, estos PGM son dolorosos a la palpación y pueden provocar dolor referido y disfunciones motoras como debilidad y restricción del movimiento. Estos PGM son activados por sobrecargas, traumatismos, enfriamientos e inmovilizaciones prolongadas.

Punción seca

Consiste en la punción de los PGM situados en los músculos profundos, una vez que la aguja se encuentre dentro del PGM va a ser necesaria su estimulación para producir una respuesta de espasmo local o un dolor referido. 

Electropunción

La electro-punción seca es una técnica de punción profunda que consiste en aplicar corriente eléctrica usando las agujas empleadas en punción facilitando un proceso de relajación de la musculatura afectada. 

Ambas técnicas se usan en problemas musculoesqueléticos que cursen con molestias o limitaciones a nivel muscular, en los que la exploración nos revele que hay PG dando problemas. 

Nuestro objetivo de actuación es:

  • La restauración de la longitud normal del músculo.
  • Eliminación del dolor.
  • Restaurar el movimiento y la actividad miofascial.
  • Incrementar la relajación tisular.
  • Evitar la cronicidad de la lesión.
  • Mejorar el control motor.

Neuromodulación

Una lesión va a provocar una afectación de las vías nerviosas aferentes que llegan al cerebro, este va a producir una inhibición de las neuronas para proteger la zona disminuyendo la cantidad de fibras activas de la musculatura afectada y por lo tanto disminuyendo el movimiento para proteger la zona. Todo ello va a dar lugar a una sensibilización periférica y central alterando los mecanismos que regulan el dolor y las vías moduladoras del dolor. El SNC intentará equilibrar el patrón incorrecto generando compensaciones. 

La neuromodulación es una técnica novedosa, invasiva, prácticamente indolora, segura y efectiva que consiste en aplicar una aguja con corriente cerca del nervio para producir un cambio en la percepción del dolor. Cuando estimulamos, estamos provocando una respuesta tanto a nivel del sistema nervioso periférico como central en todo el recorrido nervioso. 

La estimulación eléctrica periférica genera grandes cambios en el área motora, reduce el dolor e incrementa la sensibilidad, además esta técnica genera cambios neuroplásticos en el cerebro, es decir, tiene la capacidad de activar al SNC para formar conexiones nerviosas nuevas que permitan modular las vías que producen el dolor.

El dolor genera cambios neuroplásticos desde la periferia hasta el SNC, estos cambios generan outputs erróneos a nivel musculoesquelético, cognitivo, emocional y sobre los mecanismos de dolor. 

Objetivos: 

  • Disminuir el dolor y la inflamación.
  • Conseguir reclutar fibras musculares.
  • Reequilibrar el sistema. 
  • Mejorar el trofismo.

 

Efectos: 

  • Activación del sistema de analgesia endógeno.
  • Vasodilatación de la zona.
  • Limpieza de sustancias de deshecho.
  • Normalización de los patrones neuromotores.
  • Reactivación de la unidad motora.

 

Indicaciones: 

  • Lesiones crónicas.
  • Lesiones agudas.
  • Síndrome de dolor regional complejo.
  • Lesiones musculares.
  • Compresón nerviosa

 

¿Cómo se trabaja?

1º. Valoración de la zona a tratar.

2º. Desinfección de la zona donde se va a realizar. 

3º. Establecimiento de los parámetros adecuados para la lesión a tratar (frecuencia, intensidad, tiempo). 

4º Realización de la técnica con electrodos en forma de aguja conectados a un dispositivo específico certificado médicamente.